lunes, 15 de octubre de 2012

Carta TITO

Amado Hermano de La Luz,

TE ESCRIBO CON EL CORAZON LLENO DE FELICIDAD!!! Porque han llegado a

mi correo NUEVAS NOTICIAS sobre el Amadisimo Maestro Cristo! Noticias con

Historias de MILAGROS que incluyen TESTIMONIOS, VIDEOS y PRUEBAS

FOTOGRAFICAS de los MILAGROS y las REVELACIONES!

Accede corriendo a la web

 

http://buenasnuevas1111.mensajedeluz1111.vacau.com/

 

 

Nunca jamas nos fue ofrecido un camino directo de EVOLUCION hacia la Luz como

ahora!

Nunca había visto algo tan SORPRENDENTE y BIEN DOCUMENTADO!

Y por eso te digo que este puede ser el email mas importante que hayas recibido para tu

EVOLUCION!

PASALO A TODOS LOS HERMANOS DE LA LUZ QUE CONOZCAS!!!

Con todo mi Infinito Amor, Saludo a la Luz Cristica que hay dentro de ti!

 

domingo, 7 de octubre de 2012

IMPORTANTÍSIMO MENSAJE DE LUZ!

Amado Hermano, ha llegado a mis manos una CANALIZACION de IMPORTANCIA VITAL que es Enormemente Sorpendente, hecha por un Amadisimo Maestro Ascendido, sobre una PELICULA que pueden ver en esta web http://mensajedeluz1111.vacau.com/

 

 YO SIENTO que esta Maravilla de Noticia ha de Expandirse entre Todos los Hermanos de la Luz, pues es de VITAL IMPORTANCIA para la Evolución de cada uno individualmente, y de TODO EL PLANETA en Conjunto.

 

 Gracias a esa carta, y a esas películas, yo soy un TESTIMONIO VIVO de la Veracidad de las Mismas, pues mi TERCER OJO SE HA ABIERTO y ya VEO EL AURA, tengo TELEPATIA con otros Hermanos de mi Reunión, ya NO SIENTO DOLOR, ni frio, y ya INVOCO ANGELES. Y si yo, que No era Nada, fui así Bendecido por estos 2 presentes del cielo que son esa Carta y esa Película ¿Qué No conseguirán en en Hermanos más Evolucionados que yo?

 

 Por eso te envio la carta CON TODO MI AMOR DE LUZ POR TI, te envio Copia de la Carta del Maestro Ascendido, y de la Película, para que esas Noticias lleguen a tus oidos, llenando de Amor tu Corazón, y para que LA LUZ te Inunde abriendo tu Tercer Ojo como hizo en mi, y en mis Hermanos de Reunión.

 

 Lee la carta Primero, y luego ve la Película con tu Corazón Abierto, y tras hacerlo,  ENVIA UNA COPIA DE LA CARTA y de la película, a CADA HERMANO de Luz que conozcas, porque EN VERDAD que ESTAS SON NOTICIAS DE UNA NUEVA ERA!!!

 

 Firmado con TODO mi Amor hacia tí,

de tu Hermano de Luz

Gabriel

 

domingo, 5 de agosto de 2012

Una saludo !

<br><center><a href="http://es.funscrape.com/Comentarios/Domingo.aspx"><img src="http://img1.funscrape.com/es/Domingo/1.gif" alt='' border=0><br><br><b> </b></a></center>

viernes, 27 de julio de 2012

NUEVAS NOTICIAS DEL AMADISIMO MAESTRO CRISTO!

Amado Hermano de La Luz,

TE ESCRIBO CON EL CORAZON LLENO DE FELICIDAD!!! Porque han llegado a mi correo NUEVAS NOTICIAS sobre el Amadisimo Maestro Cristo! Noticias con Historias de MILAGROS que incluyen TESTIMONIOS, VIDEOS y PRUEBAS FOTOGRAFICAS de los MILAGROS y las REVELACIONES!

 

Accede corriendo a la web

http://buenasnuevas520.site11.com/

 

Nunca jamas nos fue ofrecido un camino directo de EVOLUCION hacia la Luz como ahora!

 

Nunca había visto algo tan SORPRENDENTE y BIEN DOCUMENTADO!

Y por eso te digo que este puede ser el email mas importante que hayas recibido para tu EVOLUCION!

 

PASALO A TODOS LOS HERMANOS DE LA LUZ QUE CONOZCAS!!!

Con todo mi Infinito Amor, Saludo a la Luz Cristica que hay dentro de ti!

De tu Hermano de Luz

Niño Cristal

miércoles, 25 de julio de 2012

VE LA PELICULA DE UN MAESTRO ASCENDIDO!

Amado Hermano, ha llegado a mis manos una CANALIZACION de IMPORTANCIA VITAL que es Enormemente Sorpendente, hecha por un Amadisimo Maestro Ascendido, sobre una PELICULA que pueden ver en esta web 


YO SIENTO que esta Maravilla de Noticia ha de Expandirse entre Todos los Hermanos de la Luz, pues es de VITAL IMPORTANCIA para la Evolución de cada uno individualmente, y de TODO EL PLANETA en Conjunto.

Gracias a esa carta, y a esas películas, yo soy un TESTIMONIO VIVO de la Veracidad de las Mismas, pues mi TERCER OJO SE HA ABIERTO y ya VEO EL AURA, tengo TELEPATIA con otros Hermanos de mi Reunión, ya NO SIENTO DOLOR, ni frio, y ya INVOCO ANGELES. Y si yo, que No era Nada, fui así Bendecido por estos 2 presentes del cielo que son esa Carta y esa Película ¿Qué No conseguirán en en Hermanos más Evolucionados que yo?

Por eso te envio la carta CON TODO MI AMOR DE LUZ POR TI, te envio Copia de la Carta del

Maestro Ascendido (está en la página), y de la Película, para que esas Noticias lleguen a tus oidos, llenando de Amor tu Corazón, y para que LA LUZ te Inunde abriendo tu Tercer Ojo como hizo en mi, y en mis Hermanos de Reunión.

Lee la carta Primero, y luego ve la Película con tu Corazón Abierto, y tras hacerlo, ENVIA UNA COPIA DE LA CARTA y de la película, a CADA HERMANO de Luz que conozcas, porque EN VERDAD que ESTAS SON NOTICIAS DE UNA NUEVA ERA!!!

Firmado con TODO mi Amor hacia tí,



de tu Hermano de Luz
Niño Cristal.




domingo, 8 de julio de 2012

NOMBRE CÓSMICO

Consta de : Protección, respiración, mamtralización breve, auto-relajación y
meditación del ¿Quien soy Yo?.

NOMBRE CÓSMICO ¿QUÉ ES Y PARA QUE SE UTILIZA?

El Nombre Cósmico es una clave vibratoria, un trampolín en el desarrollo personal, una frecuencia vibratoria que nos
permite sintonizarnos con el Cosmos además de definir la situación o
misión personal que llevamos a cabo en la vida.
El nombre Cósmico es una vibración, una clave personal que cada uno de nosotros debe afinar y
desarrollar. Su vocalización Mamtralización va más allá de una mera
Pronunciación, persigue elevar nuestra vibración ayudándonos a despertar
nuestra conciencia como el diapasón que vibra alto y estremece.
Los Nombres Cósmicos, así como pueden darse a través de comunicaciones
telepáticas con los Guías extraterrestres, pueden tambien ser recibidos
en forma muy personal e íntima a través de un sueño.una visión o una
forma de manifestación interior.
Este Nombre, buscar develar el registro reencarnativo de las experiencias pasadas por la persona. Nos
arroja luces de lo aprendido a través de las innumerables vidas vividas y
de los errores cometidos. Nos acerca por tanto, a una posible respuesta
del ser interior de cada ser humano, del Quíen Soy Yo.
Nuestro Nombre Cósmico, nos devolverá nuestro pasado, corregirá nuestro presente
y señalará nuestro futuro. Es, pues, una herramienta clave que tenemos
cada uno de nosotros y que surge con el proceso mismo de
INDIVIDUALIZACIÓN del Espíritu (Creación).
La terminación del Nombre surgira producto de la identificación con el camino espiritual, por lo
cual, el conocimiento de ésta, nos transportará a alguna otra época en
que iniciamos en andar.
El Nombre Cósmico puede ser empleado a través de meditaciones Lunares y Solares, actuando como una llave hacia
nuestro interior, pero siendo una llave, no es la puerta, ni la entrada,
ni menos aún la mano que hará girar en la cerradura.
Con la constancia y la perseverancia propia del caminante, llegaremos a darle
utilidad, pero dependerá más de nuestra compenetración y de la actitud
con que enfrentemos esta Iniciación hará que alcancemos el fin deseado o
sea una expansión de conciencia.

Meditación Solar: Contribuyen a elevar la tasa vibracional permitiéndonos una mejor
preparación para el encuentro y acercamiento con nuestros Guías
extreterrestres o Hermanos Mayores.
Agudizan nuestros sentidos astrales (percepción extrasensorial) y los orienta en el servivio como
seres solares que somos y que debemos ir irradiando a los demás.
Es bueno recordar que no importa tanto el tiempo, duración, forma o estilo
de meditar o la meditación. Lo único realmente importante es la actitud
al meditar y que nos sirva realmente para alcanzar la interiorización,
es decir, estar a solas y en silencio con uno mismo.
La meditación Solar se realizarán por la msañana desde las 6 am. hasta las 12 am. del
medio día, en cualquier momento, mamtralizando cada uno su Nombre
Cósmico (cuando se conozca claro...) y se realiza los día Martes, Jueves
y Sábados, es decir los día positivos.

Meditación Lunar:
Tienden a dar quietud al ser, a la vez que abren la mente al conocimiento de
las verdades profundas sensibilizándonos gradualmente.
Las meditaciones crean condiciones adecuadas, pero somos nosotros los que
alcanzamos el equilibrio interno si es que creemos en lo que hacemos y
lo hacemos por amor.
Las meditaciones Lunares, son las que se realizan los días negativos: los lunes, miércoles y viernes, por la
noche.Esto se hace repitiendo mentalmente nuestro Nombre Cósmico. (Sólo
se vocaliza en la meditación Solar.)
Esto tiende a abrir nuestra mente al conocimiento de la verdad y al despertar sentimientos de
elevación aún mayores.

PROTECCIÓN:


De pie,colocamos nuestras palmas de las manos de manera paralela a la vertical
de nuestro cuerpo, y hacia adelante manteniéndolas a la altura de los
hombros, para envolvernos imaginariamente en una cúpula de energía.
Diremos mentalmente " voy a envolver mi cuerpo en una cúpula de luz, una cúpula
protectora... de tal manera que nada malo, ni nada negativo, podrá
prevalecer en contra de ella, sino que al contrario, todo será paz y
armonía..."

Entonces, visualizas mentalmente (imaginas) que estás siendo bañado por la Luz del Profundo Amor de la Conciencia Cósmica,
quien en ese momento nos protege y nos envuelva con su Amor...

Diremos mentalmente "se está creando alrededor mío una cúpula de Luz y estoy
protegido de todo mal"

Sentiremos como las energías positivas llegan a través de nuestra cabeza, comienzan a descender hasta los pies,
hasta cubrir todo nuestro cuerpo, cargándolo de energía y salud.

Finalmente concluiremos esta parte diciendo mentalmente "Estoy envuelto en Luz,
nada malo, nada negativo podrá prevalecer en contra mio, sino que todo
será paz y armonía"

Cruzamos las manos a la altura del pecho (la derecha primero. luego la izquierda, símbolo del predominio de la verdad
y la sabiduria sobre el poder, y quedamos un minuto en silencio,
reflexionando la importancia de nuestra preparación y dedicación en las
cosas espirituales.

Relajamos nuestras manos a los lados del cuerpo y podemos tomar asiento...

RESPIRACIÓN:

Sentado, te colocas lo más comodo posible, talones juntos, y columna recta.
Pones las palmas bajo el bajo vientre, esto se hace para que la persona
sienta como se va llenando primero la parte baja de nuestro torax, con
la distensión de los músculos del vientre.

Tomaremos una inhalación lenta y profunda, lo más lentamente posible y contando
mentalmente hasta 10.
La inhalación debe ser suave y sin ningún esfuerzo, no deben hacer ninguna clase de gestos y ademanes.
Luego se retiene la respiración contando mentalmente hasta 10.
Al exhalar, podemos imaginar o visualizar, que todas nuestras tensiones, nuestros
problemas, dolencias y preocupaciones, abandonan nuestro cuerpo,
librándonos de sus influencias negativas. La exhalación dura el mismo
tiempo que la inhalación contando hasta 10.

Todo este proceso de respiración se realiza por 3 veces , y de esta manera formamos un
triángulo imaginario de la respiración.

MAMTRALIZACIÓN:

Mamtralizaremos para armonizar y elevar nuestra vibración a partir de la vocalización,
ya que sonido tiene la cualidad de aumentar la frecuencia vibratoria de
los átomos de la materia.
Vocalizar, consiste en exhalar aire por la boca repitiendo palabras que son claves vibratorias ascendentes y
edificantes, como Om, Adonai, etc
Se trata de dar uan correcta pronunciación, en un tono adecuado, sin querer alargar demasiado la
vocalización de alguna sílaba en particular.
La Mamtralización. deberá durar todo el tiempo que nos lo permita el aire contenido en los
pulmones, a partir de una respiración profunda.
La vocalización se hará en voz baja, ni muy baja, ni muy alta tratando que el conjunto
suene bello y armonico.
Esta parte requiere de toda nuestra atención para darle un sentido trascendente.
Vamos a iniciar la vocalización con la palabra OM, que en Sánscrito significa Dios y fue el sonido con
el que se generó el Universo. Esto lo haremos por 7 veces inhalando
primero por la nariz, y al exhalar repetiremos OM, procurando su
resonancia interna y externa y procurando que cada letra duré el mismo
tiempo.

Al terminar de mamtralizar tomaremos 3 respiraciones lentas y profundas y relajaremos la garganta.

AUTO-RELAJACIÓN:

"A partir de este momento voy a iniciar un proceso muy profundo de
relajación"

Sentados comodamente, con la espalda recta, palmas sobre las piernas, y hacia arriba, la izquierda bajo la derecha, los
pulgares se tocan, los talones se tocan. Procuraremos que se mantenga el
mismo ritmo de respiración, lenta y profunda por la nariz durante el
proceso de relajación, tratando de visualizar mentalmente las partes de
nuestro organismo.

Empezamos cerrando los ojos, respirando lentamente y visualizamos un circulo de energía dorada de unos 60-70 cm
de ancho y un grosor de unos 10 cm debajo de nuestros pies, que poco
poco irá subiendo y atravesará nuestro cuerpo completamente.
"Ningun ruido ni ningún pensamiento inoportuno interrrumpirá este proceso de
relajación, sino que al contrario, nos ayudará a relajarnos más y más."
"Vamos a visualizar como este disco de energía dorada, proveniente de nuestra
madre Tierra, comienza a moverse y a girar en sentido contrario de las
agujas del reloj y comienza a ascender por nuestro cuerpo. Empieza
tocando las plantas de nuestros pies, que visualizamos por dentro y por
fuera y vemos que a medida que este disco toca nuestro cuerpo lo llena
de Luz dorada por dentro y por fuera, todos los músculos, venas,
tendones, ligamentos y piel se convierten y llenan de esa hermosa Luz
dorada y así lo siento"
Poco a poco asciende por los pies, los tobillos, las pantorrillas, las rodillas, los muslos y mientras este
dico dorado sube, seguimos visualizando como todas las partes del cuerpo
se convierten en Luz y se llenan de ella.
Sigue subiendo este disco llegando a la ingle, nuestros organos sexuales, que se llenan tambien de
Luz, visualizamos nuestros intestinos como se llenan de Luz, y como se
liberan de tensión y de energía negativa.
Vamos a ir visualizando el disco subiendo por el estomago, el higado, y los riñones llenándose de
Luz dorada. No hay tensión en nuestro cuerpo y cada vez estamos más y
más relajados...
En este momento ya no sentimos la parte inferior de nuestro cuerpo, que está absolutamente relajada...
Seguirá subiendo este disco dorado abarcando las manos, los brazos, las costillas, los
pulmones, el corazón que tambien se llena de Luz dorada y su bombeo se
hace más suave y tranquilo. Visualizamos como en lugar de sangre ahora
bombea un liquido dorado precioso y todo está relajado, sin ninguna
tensión...
Este disco llega a los hombros, la garganta, el cuello, la nuca, que se siguen iluminando, llega a la barbilla que se relaja, boca
queda entreabierta y relajada, lengua, labios, paladar, nariz y pómulos
relajados, orejas, ojos y todo se relaja absolutamente.
Este disco dorado de Luz sigue ascendiendo y llega al cerebro que visualizamos
llenándose de Luz, mientras que nuestros pensamientos se calman
completamente y se relaja la mente. En este momento estamos
completamente relajados y en paz, no sentimos las piernas, ni las manos,
todos los músculos del cuerpo están insensibles, hombros y el cuello
completamente relajados, el corazón bombeando lento y la mente sin
pensamientos.
Vemos como el disco de luz acaba su ascensión por nuestro cuero cabelludo y cabello y acaba subiendo por la coronilla
ahora que ha terminado con su misión y ha llenado todo el cuerpo de Luz,
de Paz y armonía. Entonces este disco se eleva a gran velocidad y
desaparece en el cielo.
Ahora estamos absolutamente relajados, llenos de Luz y en completa paz.

MEDITACIÓN EL EL ¿QUIÉN SOY YO?:

Es mayormente la continuación lógica de una relajación profunda como la
anterior, para lo cual se sugiere que, manteniendo la relajación
concentres tu atención en una palabra o grupo de ellas, que se repite
mecánicamente en tu mente, por espacio de 15 a 30 minutos.
La meditación, al igual que la relajación, deberán ser sugeridas (caso de
hacerse en grupo) en voz baja procurando que cada persona asuma
libremente, el deseo de llegar al beneficioso estado de silencio y
soledad interna, en el cual se puede llegar a tener contacto con el Ser
Profundo o Yo Superior.
Lo que está en permanente evaluación, es la ACTITUD que se debe alcanzar y el COMPORTAMIENTO de cada cual. Por
ejemplo, es incompatible, con estas prácticas, el que haya alguien quien
no se pueda estar quieto, e incómodo o interrumpe a los otros.
Se debe estar en silencio o poner música muy suave apropiada para la
meditación.

Estamos completamente relajados y en una paz absoluta y ahora vamos a centrar nuestra atención el el entrecejo, vamos a
concentrar toda nuestra atención y sensibilidad en la zona o punto
situado entre nuestras cejas (6º Chakra). Procuraremos sólo sentir esa
zona de nuestro cuerpo y comenzaremos a imaginar, a visualizar, un tunel
de Luz, como un pasillo de Luz o espiral de Luz por la que comenzaremos
a caminar. Nos fijaremos en el color, el brillo, la forma de ese túnel,
etc mientras caminamos hacia el fondo de el. Seguimos caminado por este
túnel durante un momento y poco después, nos damos cuenta de que al
final de este túnel hay una puerta. Nos acercamos a esta puerta, que nos
va a llevar a nuestra "habitación" interior a nuestro Ser interno,
donde residen todas nuestras experiencias como Ser.
Nos fijaremos en la puerta, en el material del que está echa, en su tamaño, en el
picaporte de la puerta, etc y después de eso abriremos la puerta y
entraremos en nuestra habitación interior. Observaremos como es, que
colores tiene, los muebles si los hay, el suelo, el techo y decidiremos
en que lugar nos vamos a sentar en posición de meditación. (dejar 2 o 3
minutos de silencio para que nos de tiempo ver la habitación en detalle y
decidir dónde sentarnos)
Una vez ya nos hemos visualizado sentándonos en posición cómoda, comenzaremos a preguntar mentalmente la
siguiente frase: ¿Quién Soy Yo?
¿Quién Soy Yo? ¿Quién Soy Yo?...
Al principio empezaremos a preguntar esta frase repetidamente y rápido,
para poco a poco disminuir la velocidad y hacerlo lentamente, pero
siempre en silencio. Podeis imaginar también una pizarra mental en esa
habitación a la que estareis muy atentos a todo lo que aparezca escrito
en ella. Puede ser que el Nombre Cósmico o parte aparezca escrito en
ella.

Hacer esto por espacio de 15 a 30 minutos (preguntar ¿Quién Soy Yo? ). Con la práctica y la perseverancia, un día visualizareís o
oireis dentro de vosotros o en vuestra habitación vuestro Nombre o parte
de él. Seguid con esta meditación hasta que tengais vuestro Nombre.-

Para los que ya sepan su nombre, deben hacer esta misma meditación pero
cuando estén en su habitación deben repetir el Nombre en lugar del
¿Quién Soy Yo?, ya que a través de su clave vibratoria única y personal,
su Ser Interior le enviará información en forma de imágenes de sus
vidas pasadas. En este proceso se aprende muchísimo sobre quien eres y
cual es tu función en esta encarnación. Son imágenes muy claras y
vividas que como en un trailer de una pelicula, te esquematizan varias
de las vidas que ya viviste, incluso la muerte en esas vidas. Esto
impacta un poco, pero no hay nada que temer porque estamos protegidos y
sólo nos estamos comunicando con nuestro Ser Interno o Yo Superior.

Para acabar esta meditación: Después de esos 15 a 30 minutos nos diremos a
nosotros mismos. "Voy a ir terminando la meditación, para ello visualizo
el pasillo de Luz y vuelvo caminado por donde vine, (ahi contaremos de 1
a 3). Diremos: " Al termino de 3 abriré lentamente los ojos y me
encontraré en paz.
1, siento que voy volviendo lentamente a mi cuerpo" (siente tu cuerpo).
"Con el 2, tomo conciencia poco a poco del lugar en el que me encuentro (toma una respiración lenta y profunda y
al exhalar visualizas el número 3 y abrirás lentamente los ojos estando
en Paz. No te muevas rápido en ese momento, permamece sentado y analiza
que has sentido o aprendido o visualizado en la meditación, poco a
poco, comienza a mover la manos y los pies y después ya podrás seguir
con tus quehaceres diarios.
Recomiendo que tengaís una libreta y un boligrafo al lado para apuntar lo que surja, tanto el Nombre como,
sobretodo, las imágenes de vidas pasadas, que no son dadas todas el
mismo día, sino que suelen ser en 2 o más "entregas".

Bueno creo que esto es todo. Sólo recomendaros que memoriceis para auto-guiaros u
os grabeís en audio la técnica para escucharla, ya que debeís realizar
siguiendo todos los pasos para conseguir los mejores resultados. No es
lo mismo respirar que no hacerlo, los mantras elevan la frecuencia
vibratoria vuestra y del lugar donde os encontreís. La relajación debe
ser lenta al principio y cuando aprendaís a auto-relajaros la podreis
hacer más rápida. Pero es importante seguir todos los pasos...
Tener calma, paciencia y perseverancia es clave para recibir información
personal. La impaciencia y el ansia por conocer, no hacen otra cosa que
evitar esa información, así que tranquilos. Según el grado de evolución
de cada uno o si de es el momento de saber el Nombre, unos lo recibirán
bastante rápido (como fué en mi caso) y otros pueden tardar meses en
conseguir saberlo.
Una vez lo sabes, entonces, empieza la diversión porque ves vidas pasadas tuyas con mucha claridad y aprendes muchísimo
sobre Quien Eres y que haces aquí.

Espero que os ayude esta técnica, es mi deseo que así sea...
¡¡¡ Algunos os vaís a llevar una
buena sorpresa...!!!

 

viernes, 6 de julio de 2012

Muerte, Esoterismo y Reencarnación - Capítulo IX: EPÍLOGO

 
Llegados a este punto, el lector, tanto si cree en la "vida. tras la vida" como si no, ha de reconocer que los habituales tópicos acerca de los estados post-mortem son insostenibles. No existen las pretendidas contradicciones entre las diversas tradiciones sagradas; hay solamente una divergencia en la presentación de las enseñanzas respectivas y, en este momento, también se da una creciente incomprensión e ignorancia de cada una de ellas por parte de sus propios representantes más o menos notables. En todo caso, no cabe ya alegar la diversidad y oposición de doctrinas para despreocuparse del momento de la muerte."En las religiones orientales no hay nada referido a la resurrección de los muertos", suele decirse habitualmente; y, sin embargo, en el Hinduismo y en el Budismo se enseña la existencia de paraísos que son corno un vestíbulo de la. Liberación o Nirvana y que están exentos de la transmigración. ¿Qué es en tales tradiciones la primera resurrección? Es renacer, por ejemplo, en el Paraíso Dewachen o Sukâvatî según el Budismo Tibetano, o en la "Tierra Pura" (Jodo Shin) de ciertas escuelas budistas japonesas, o en el Paraíso Vaikunta en el que reina Vishnú (1). La segunda resurrección tendrá lugar cuando tales Paraísos,
que son perpetuos pero no eternos, reviertan al Brahmâ de nuestro mundo y, junto con éste, al Ser Universal, origen de todos los mundos. En ese momento tendrán la posibilidad de lograr la Liberación definitiva los seres que allí se "alojan".Por lo que hace a la pretendida "reencarnación", el esoterismo tradicional aclara que no puede admitirse corno vidas sucesivas en la Tierra sino que se trata de una degradación de las doctrinas auténticas sobre la transmigración y la metempsicosis. Asimismo, tampoco es admisible la creencia exotérica del Mazdeísmo y de las religiones occidentales según la cual la inmortalidad es a la vez individual y eterna. La estancia de las almas en paraísos e infiernos es sólo provisional en espera de la Resurrección y el Fin del Mundo. Si en ese momento se produce la Liberación o se pasa a la condición de dêva no cabe ya hablar de individuo propiamente dicho, pues éste se "transforma", recupera su condición más allá de las formas. Algunos se preguntarán el por qué de tanta insistencia en negar la reencarnación. Tal y como repite el Bardo Thodol, "te has despojado de tu cuerpo material, compuesto de carne y sangre, lo que indica que vagas por el sidpa bardo. He aquí por qué en este momento debes formar sin distraerte una resolución única en tu espíritu. Esto es muy importante. Es como dirigir a un caballo con las riendas. Todo cuanto puedas desear vendrá para desfilar ante ti... rechaza los sentimientos de atracción o de repulsión". La creencia en que se reencarna en la Tierra y como humano es un error y, como tal, servirá para distraer al espíritu alimentando deseos y expectativas falsas en el momento más crucial para despertar; de ahí la insistencia que aquí mostramos. Quien sea honrado en sus planteamientos ha de reconocer que el hombre actual, que pretende sostener ideas propias liberadas del yugo de la religión, está en realidad haciendo suyas lo que no son creaciones originales sino versiones deformadas y degeneradas de antiguas enseñanzas tradicionales. Como ya se dijo, si la doctrina judeo-cristiana e islámica sobre el Fin de los Tiempos se seculariza y se materializa, nos encontramos con la idea de Progreso, ídolo dominante del sistema. También el evolucionismo no parece ser sino una caricatura terrestre de la doctrina metafísica de los estados múltiples del ser. La reencarnación, tan extendida hoy, es una tergiversación dé la transmigración y de la metempsicosis. Es curioso darse cuenta de que la fe reencarnacionista implica que ni siquiera los muertos quedarían libres de las cadenas del sistema dominante; pronto volverán a la Tierra y ¡acaso inmediatamente, según algunos creen! No faltará quien piense o comente acerca de lo banal que resulta ocuparse de las inciertas y etéreas cuestiones post-mortem frente a lo palpable de las satisfacciones pequeñas pero reales que puede ofrecer la vida ordinaria. Algo semejante podría argumentar alguien que hubiera nacido en la cárcel y no conociera la existencia del exterior. Su estancia en la prisión podría proporcionarle alguna situación placentera e, incluso, podría desarrollar una vida un poco más ordenada cada día y con más mejoras añadidas, pero ninguna cárcel puede ser eterna. Cuando se abriera o se viniera abajo ¿qué harían los ex prisioneros? ¿cómo se orientarían? Mientras siguieran encerrados, lo que sí harían, en su ignorancia, es reírse de quien pudiera llagar a relatarles algo del exterior. Para terminar con un aspecto más "practico" del arte de morir cabe señalar que cada tradición espiritual, si se toma en serio, puede proporcionar los medios para conseguir al menos la "salvación". Por añadidura, en todas ellas se encuentra la práctica de la repetición rítmica de un Nombre divino, que actúa en vida como atractor de las influencias sobrenaturales y en el momento de la muerte puede ser un viático fundamental. En todo caso, siempre conviene tener presente que, al tener todos los seres unas posibilidades equivalentes, todos ellos alcanzarán la Liberación, en un estado o en otro. Para hablar con toda propiedad, la realidad es que todos están liberados pero lo han olvidado. Sin embargo, no basta una elaboración mental o emocional, sino que ha de aprehenderse con intuición inteligente que "Si en el cielo se elevara de repente la luz de un millar de soles, semejante sería al esplendor de aquel Gran Espíritu" (2).
NOTAS:
(1 ). Cf. Titus Burckhardt, "La Jerusalén Celestial y el Paraíso de Vaikunta", en Símbolos, Olañeta, Palma de Mallorca, 1982.
(2). Bhagavad Guitá, Xl, 12. 

domingo, 1 de julio de 2012

Muerte, Esoterismo y Reencarnación - Capítulo VIII: LOS ESTADOS PÓSTUMOS DEL SER


A modo de regla de oro al respecto, ha de tenerse siempre en cuenta que todo nacimiento en un estado implica la muerte en otro estado, y viceversa. También, dentro de un determinado grado o estado de existencia, la muerte a una modalidad de éste es el nacimiento a otra modalidad del mismo: En el caso límite, la muerte a Dios ocasiona el nacimiento en la existencia y la muerte a toda variedad de existencia supone el nacimiento en Dios -en este caso, renacimiento-.Como ya se dijo, el cisne transmigratorio -hamsa-, el ser que llega para nacer en la especie humana, lo hace envuelto por unas como vestiduras que son el residuo del karma adherido en existencias "anteriores" en otros mundos. Dentro de ese karma, se denomina más particularmente prarabdha al que ya ha comenzado a dar sus frutos y viene a coincidir con el fatum, el hado o destino de la existencia humana. En medios europeos del siglo XIX rebrotó la idea de las existencias sucesivas, entendiéndola como reencarnación en nuestro mismo mundo y con la función de dar explicación a las injusticias humanas y, sobre todo, a las desigualdades sociales. Ya en la antigüedad, algún autor especulaba con la reencarnación como doctrina supuestamente explicativa de los males y desgracias, que sobrevendrían como consecuencia de vidas anteriores en la Tierra. En tales especulaciones no se tiene en: cuenta que el estado humano es sólo un grado de existencia entre una serie indefinida, que es solamente una "porción" de todo el conjunto de existencias (dicho de manera muy imperfecta). Es como tomar en consideración solamente uno de los días de nuestra existencia como humanos. Se tendría así una perspectiva totalmente parcial e incompleta del conjunto de nuestra vida humana. La noción de "karma", por consiguiente, debe ser extendida al conjunto de estados del ser, y los desequilibrios parciales han de contemplarse desde el equilibrio del orden total. Si consideramos a los atributos del Ser divino (que no pueden cuantificarse) representados diferenciadamente, su reflejo en la manifestación dará lugar a una cadena de los mundos (que es en realidad una serie indefinida), cada uno de los cuales estará en relación más específicamente con uno de los atributos o Nombres divinos. Como ya se dijo, tal y como ocurre en una reflexión especular, la manifestación surgirá a modo de imagen invertida en la cual los atributos menos esenciales aparecen "primero" y los más cercanos al Absoluto lo hacen "después". (Véase figura 4).Si consideramos el grado de existencia en donde se desenvuelve el ser humano, cabe suponer que el ser que va a nacer en dicho estado de existencia, ha existido previamente en los mundos "anteriores". Ahora bien, ¿qué sucedió "antes"? 
 
Podría haber ocurrido que el ser que tratamos haya existido también en anteriores recorridos de la cadena de los mundos, los cuales (como vimos en el capítulo VII) son denominados cada uno un "Año de Brahmâ" (1). Sin embargo, ¿cuándo empezó el ser su trayectoria en la existencia? Es completamente necesario el detenerse en un punto o en otro y referirse a un acto de encuentro con las corrientes del devenir, del samsâra, y es a partir de ese momento cuando se asumen por' elección y afinidad unos determinados samskâras o "predisposiciones" y el ser queda así "atrapado".Podría decirse que un ángel o un príncipe se durmió y empezó a soñar que era cierto ser individual. Atrapado en el sueño, se convierte en el "hijo pródigo" que ya no sabe regresar a la casa del Padre. También podríamos aludir al conocido mito de Narciso, según el cual éste miró su reflejo en las aguas del devenir, el samsâra y, al dormirse un momento, se ahogó en ellas. Una vez que, por así decir, el cisne transmigrante sale del huevo convertido en patito feo, queda atrapado en un sueño y, como la mosca en la telaraña, puede irse enredando más y más de sueño en sueño (de mundo en mundo) sin encontrar el camino de retorno al mundo real. Concretando ya en nuestro mundo, a lo largo del desarrollo de la vida en la modalidad corporal humana puede ocurrir (como caso muy excepcional en esta época de Kali Yuga o Edad Negra) que un ser obtenga la "Liberación en vida" (jîvan-mukti en sánscrito), lo que corresponde al "Despertar" del Budismo, a la "Identidad Suprema" del esoterismo islámico y a la "Deificación" del Cristianismo ortodoxo. Un caso conocido es el de nuestro contemporáneo Ramana Maharshi (1879-1950), el cual, sin haber mostrado previamente un interés especial por las cuestiones del más allá, se vio atacado por un violento miedo a morir, y, en semejante situación, en lugar de buscar algún apoyo externo, tendió a la introspección y se dijo a sí mismo: "Va a llegar la muerte ¿En qué consiste eso?". Se dio cuenta entonces de que había en él algo permanente, que no era el cuerpo sobre el que tendrían lugar los ritos funerarios habituales, ni tampoco los cambiantes procesos mentales y emocionales. Por encima de todo ello logró emerger el Sí Eterno, el Testigo inmortal de todos los cambios sin ser afectado por ninguno de ellos, ya sea en esta existencia o en cualquier otra. El ser que ha llegado a la Deificación puede continuar viviendo en sus envolturas psico-físicas durante algún tiempo, ya que los frutos del prarabdha karma necesitan completar su ciclo; no obstante, la aparente consistencia que tenía antes el mundo visible se ha transparentado y desvelado para el jîvan-mukta y él está ya desprendido de todo apego a los hechos que puedan tener lugar a su alrededor.Otra excepción a considerar es aquella en la que no hay propiamente una muerte del cuerpo. Es el caso, por ejemplo, de Elías y de Henoch que menciona la Biblia: "Henoch anduvo con Dios y desapareció, porque Dios lo arrebató" (Génesis, 5, 24); "Iban caminando mientras hablaban cuando un carro de fuego con caballos de fuego se interpuso entre ellos; y Elías subió al Cielo en el torbellino" (II Reyes, 2,11). También podrían citarse ejemplos de la antigüedad greco-latina y del Tíbet, entre otros muchos. Lo que ha sucedido en tales situaciones, por muy extraño que parezca, es que todos los elementos de la envoltura corporal han sido transferidos o bien al plano angélico o arquetípico, en cuyo caso significa que el ser deja de manifestarse también en el plano sutil o anímico, o bien a dicha modalidad sutil de nuestro mundo. En ambas posibilidades, naturalmente, no se deja cadáver alguno. Por lo que atañe a Elías .y Henoch, dada la función que la tradición asigna a estos personajes para el fin de los tiempos, cabe deducir que el traspaso de los elementos corpóreos se ha llevado a cabo solamente hasta el plano sutil de nuestro mundo, concretamente hasta el "Paraíso Terrenal" que, según San Agustín y diversos Padres de la Iglesia, es la "morada de Henoch" y la "Tierra de los Santos".Aparte de las mencionadas excepciones, cuando un hombre va a morir, la facultad del habla, seguida de las diez facultades (cinco de acción y cinco de sensación), se retiran al "sentido interno" (manas), y éste se reabsorbe, a su vez, en el "soplo vital" (prana). Hay que recordar antes de seguir que la forma sutil del ser humano se desenvuelve en un estado que en el Hinduismo se denomina taijasa porque está relacionado con el "fuego" (têjas), en el sentido de que se asemeja al fuego en cuanto que éste es luz y calor al mismo tiempo. Por lo que respecta a su cualidad calórica, la forma sutil se relaciona con el cuerpo a través del sistema circulatorio, mediante la sangre, y, por lo que atañe a su cualidad luminosa, la forma sutil se relaciona con la corporal a través del sistema nervioso. Como anteriormente se dijo, la modalidad sutil del hombre viviente posee varias posibilidades, entre las cuales está la de "exteriorizar" una apariencia corporal, de donde los numerosos casos de "apariciones" ante familiares y conocidos de gentes que están a punto de morir en algún lugar distante. Con todo, la forma sutil sufre necesariamente una serie de cambios inevitables cuando se produce la separación del cuerpo, entre los cuales se cuenta el abandonar un residuo psíquico -el ob- como ya se señaló. El plano sutil no es algo así como una copia "astral" del plano corpóreo. Convendría más bien imaginarlo como lo que se llama en física un "campo de fuerzas".Siguiendo con el proceso de abandono del cuerpo, el "soplo vital", acompañado de las facultades y funciones mencionadas, se retira a su vez en el "alma viviente" (jîvatma). Según el ejemplo habitual, se dice que el total de facultades individuales se reúne alrededor del jîvatma así como los servidores lo hacen en torno a un rey que va a partir de viaje. El alma viviente así acompañada se traslada al "vehículo ígneo" o forma sutil luminosa, la cual es imperceptible para los sentidos corporales de quienes puedan estar presentes alrededor del cuerpo del moribundo. Se produce entonces la aparición luminosa de la Realidad en Sí, a través de una Luz deslumbrante. Si el ser en cuestión reconoce que dicha Luz es la Realidad siempre subyacente a toda existencia y también a sí mismo, se produce la "Liberación incorpórea" (videha-mukti). El ser obtiene en ese momento el mismo resultado que en la "Liberación en vida"; no hay en realidad diferencias entre ambas y es solamente desde el punto de vista de la manifestación que parece haberlas. Esto, que la tradición hindú denomina "Liberación incorpórea", viene a coincidir con la visión-identificación de la "Clara Luz Primordial" que describe el Libro Tibetano de los muertos (Bardo ThodoI) y, hechas las transposiciones pertinentes, con la visión de la Lumen Gloriae o Visio beatífica que alcanzan los elegidos según las teologías musulmana y católica. El Bardo Thodol precisa que durante el primer "estado intermedio" (chikai bardo), si no se reconoce la Clara Luz Primordial, puede haber un período durante el cual se manifiesta al moribundo la "Clara Luz Secundaria", que es la misma pero empañada por las proyecciones que emite el propio ser en trance de morir. Se dice que la visión de la Clara Luz dura bastante "tiempo" si se trata de un sabio verdadero, mientras que tratándose de gentes ignorantes o de tendencias malvadas sólo dura unos instantes y, en todo caso, por falta de preparación, son incapaces de darse cuenta. Si no se consigue la Deificación o Liberación, pero se cuenta con un grado suficiente de conocimiento efectivo, el alma viviente, que está envuelta por el vehículo sutil, pasa a recorrer un viaje que en la tradición hindú se denomina "viaje divino" (dêva-yâna) y en el Bardo Thodol es el "segundo estado intermedio" (Chonyid bardo). En esta situación, el ser, lo mismo que tuvo la posibilidad de obtener la Liberación cuando estaba en el cuerpo, puede conseguirla en las modalidades sutiles de la individualidad humana. Puede irse identificando con los diversos grados que comprende el mundo de los Arquetipos o del Pleroma (el Sambogha Kaya del Budismo Tibetano), hasta llegar a la Liberación efectiva. Se habla en este caso de "Liberación diferida". En el Bardo Thodol se ofrecen elaboradas descripciones de los Cinco Dhyani Budas (en realidad, un compendio de los atributos más esenciales de la Realidad en Sí), pero resaltando siempre que no son sino aspectos de la Clara Luz Primordial. Ello parece corresponder con la visión del Apocalipsis que describe el Trono divino y los cuatro "Vivientes" alrededor suyo. Además, tal y como señala Titus Burckhardt, según el Sufismo, cada cosa enfocada en su naturaleza primordial es el Trono de Allâh, y especialmente lo es el corazón del contemplativo. Seguidamente se describen en el Libro Tibetano de los muertos las apariciones (para el ser que no ha despertado aún) de cuarenta y dos deidades apacibles y cincuenta y ocho deidades airadas, haciendo hincapié en todo momento en que dichas apariciones son una proyección o del corazón (las deidades apacibles) o del cerebro (las deidades airadas o terroríficas). Éstas últimas además no son sino las divinidades apacibles filtradas por el cerebro. En las Escrituras hindúes e indoeuropeas en general se presentan descripciones simbólicas y variadas de este proceso (denominado dêva-yâna o "Vía de los dioses"), al término del cual se alcanza el Brahma-Loka o "Residencia de Brahma". En todas ellas lo esencial es comprender que cuando el alma viviente en viaje ha sobrepasado lo que suele Ilamarse la "esfera lunar", que es el plano donde se elaboran y se disuelven las formas individuales, dicha alma queda rescatada de la corriente de las formas y no habrá de retornar a la manifestación individual, al menos hasta el "Fin del Mundo", el final de nuestro kalpa. En la "Senda de los Dioses" caben tres posibilidades a grandes rasgos, según sea el grado de conocimiento efectivo del ser en viaje. Si el alma viviente reconoce que el Centro cósmico donde reside el Brahmâ de nuestro mundo, el Embrión de Oro, se identifica al menos virtualmente con la realidad del Centro de todos los mundos y atributos, es decir, con Dios en su grado más elevado, dicha alma, que venía reIacionándose con Dios mediante la pantalla de algún símbolo particular, puede ir rasgando los velos que ocultan a la Divinidad hasta que, como un águila, pueda mirar al "Sol" de frente. Puede entonces tener acceso a la Liberación definitiva, ya sea de facto o sólo virtualmente, hasta hacerla efectiva con la llegada del Fin del Mundo, el pralaya. Esto es lo que se denomina "Liberación por grados" (Krama Mukti) o "Liberación diferida".Otra posibilidad es que el alma pase a la condición de dêva (ángel) y se convierta en "dios por el Karma" (Karmandêva). Si no ha sobrepasado esta condición, al llegar el Fin del Mundo podría ocurrir que el retorno a Brahmâ no sea una "reintegración activa", sino una "reintegración pasiva", similar a la que tiene lugar cuando dormimos en estado de sueño sin ensueños. Sería una "asunción" en lugar de una "ascensión". De ahí, la vuelta a la manifestación es aún posible, pero sólo a una condición supraformal, angélica. No hay vuelta posible al "mundo del hombre" (mânava-loka), es decir, a cualquier existencia individual. En el caso de que el ser en cuestión consiga simplemente mantenerse en las prolongaciones sutiles de la individualidad humana, al llegar el fin de nuestro mundo, si se da la citada "reintegración en modo pasivo" y no la "reintegración activa", el ser podría retornar a otro estado individual, pero nacería en una condición central, análoga a lo que es la especie humana en nuestro mundo, y no periférica como puede ser la de los animales y vegetales que conocemos en la Tierra.La "salvación" de las religiones del tronco de Abraham corresponde al mencionado logro de superar la "esfera lunar", pero conseguir la salvación no es alcanzar la Liberación efectiva, la cual debe ser relacionada, como ya se ha dicho, con la "Deificación". Según ciertos teólogos del Cristianismo Ortodoxo Oriental, la distinción entre "salvación" y "Deificación" aparece en las palabras del Credo, "por nosotros los. hombres" y "por nuestra salvación". Sea como fuere, ello aparece plasmado en las fiestas litúrgicas diferentes de la Resurrección, la Ascensión y Pentecostés, considerando a esta última como la culminación de la Ascensión. Aquí es imprescindible tratar la cuestión de la "Resurrección de los muertos", aunque "el asunto de la resurrección es largo y difícil de explicar y pide, como ningún otro de los dogmas, un hombre sabio" (2). "Resurrección de los muertos" es la expresión que se utiliza en el Credo de Nicea-Constantinopla, mientras que en el llamado Símbolo de los Apóstoles se habla de "resurrección de la carne". Esotéricamente, hay que distinguir entre la primera resurrección tras la muerte y la segunda resurrección al fin del mundo. La primera resurrección es lograr la salvación en el Paraíso Terrenal, con arreglo al Evangelio de San Lucas, XXIII, 43: "Hoy serás conmigo en el Paraíso" y al Apocalipsis, XX, 4: "Vi tronos y sentáronse en ellos, y les fue dado el poder de juzgar, y vi las almas de los que habían sido degollados por el testimonio de Jesús y por el Verbo de Dios, y cuantos no habían adorado a la bestia ni a su imagen y no habían recibido la marca sobre su frente y sobre su mano; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Los restantes muertos no vivieron hasta terminados los mil años. Esta es la primera resurrección. Esta en el buen camino y es santo el que tiene parte en la primera resurrección; sobre ellos no tendrá poder la segunda muerte, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con Él por mil años".La segunda resurrección concierne a lo que es propiamente el Fin del Mundo (que no es, en general, lo que trata el Apocalipsis, ya que esta obra se centra en el "Fin de los Tiempos"). Cuando llega el final de nuestro mundo o Kalpa, se dice en el Cristianismo que se produce la resurrección de los cuerpos y el fin del mundo (lo mismo que se enseña en el Mazdeísmo, el Judaísmo y el Islam). Por tal expresión no hay que entender que se obtenga un resultado no preexistente, sino que el "cuerpo" corresponde a una posibilidad que hay o que es en nosotros eternamente y de la cual el cuerpo es la expresión en modo manifestado. Según la expresión de San Pablo, tenemos en el Cielo unas "tiendas" o cabañas no hechas por mano de hombre. En un sentido aún más elevado, la "resurrección de los cuerpos" alude a la realización efectiva del Hombre Universal, es decir, a la Liberación efectiva, empleando el símbolo del cuerpo humano (3). La noción de Hombre Universal "puede abrazar el dominio de existencia correspondiente a todo el conjunto de un estado de existencia determinado, cualquiera que sea este estado, pero esta significación, sobre todo si se trata del estado humano, incluso tomado en el desarrollo integral de todas sus modalidades, o de otro estado individual, no es aún propiamente más que "cosmológico", y lo que debemos considerar esencialmente aquí es una transposición metafísica de la noción del hombre individual, transposición que debe efectuarse al dominio extra-individual y supraindividual. En tal sentido, la concepción del Hombre Universal se aplicará primero y lo más corrientemente al conjunto de los estados de manifestación. Pero se la puede interpretar aún más universalmente, en el sentido más completo de esta palabra, extendiéndola igualmente a los estados de no manifestación, luego a la realización completa y perfecta del ser total, entendiendo éste en el sentido superior" (4). Antes de tener acceso al Paraíso Terrenal, puede haber un previo proceso de purificación de adherencias, que es lo que se expresa en la doctrina católica del Purgatorio de las ánimas. En el Corán se menciona un paradero neutral entre infierno y Paraíso cuyo destino final es este último (Sura VII, El muro, v. 46). También el Mazdeísmo enseña la existencia de un "lugar"' intermedio entre la Tierra y los Paraísos. Si no se tiene el grado suficiente de conocimiento efectivo, el alma viviente queda ya sometida al karma y se dice en el Hinduismo que ha de seguir la "Vía de los Antepasados" (pitri-yâna), la cual corresponde en el Bardo Thodol al sidpa bardo o estado intermedio del devenir. El ser en viaje llega al simbólico "Reino de la Luna" (es decir, al medio cósmico en el cual los seres nacen a nuestro mundo desde otra existencia individual y también mueren a nuestro mundo y transmigran a otro). Como no se ha sobrepasado el dominio de las formas, según sea el karma benéfico acumulado por las acciones rituales (en sentido amplio) en la Tierra, así será el tipo de existencia sutil que se consiga momentáneamente (de ahí los cultos a los antepasados). Una vez agotados los frutos de dicho karma favorable, el alma es empujada por el residuo de karma atesorado en incontables existencias y por las impregnaciones de la vida terrestre, y ha de caer de nuevo en la existencia individual en otro mundo. Se ha producido para ellos la "segunda muerte" y son succionados por el torbellino de la transmigración. Para algunos seres, el morir y el renacer es casi automático; van y vienen incesantemente sin tomar consciencia de su situación. Los animales más inferiores podrían ser un ejemplo en nuestro mundo de estos casos. Si el karma de algunos hombres es especialmente pesado, ellos pasan a las prolongaciones psíquicas infernales de nuestro mundo, permaneciendo como seres humanos atormentados por el "fuego" que proyectan ellos mismos, hasta la llegada del Fin del Mundo, el final de nuestro Kalpa. Podría decirse que son en ese momento "vomitados" a renacimientos despreciables, como demonios, vegetales, gusanos, etc., hablando simbólicamente. En lo que respecta a los infiernos, la enseñanza es universal y lo que varía fundamentalmente es que el Hinduismo y el Budismo afirman que se sale de los estados infernales al fin del ciclo, pasando a continuación a la transmigración como seres ínfimos y periféricos. A partir del Mazdeísmo, como no se enseñaba exotéricamente la doctrina de los ciclos cósmicos, sólo quedaba la salida de asegurar que los estados infernales llegan a su término cuando el mundo toca a su fin y, tras una purificación, todos son transfigurados (5). Por otro lado, a partir del Cristianismo y del Islam, se afirma exotéricamente que la condición infernal es eterna, lo cual desde la perspectiva universal de la Sabiduría Perenne no puede admitirse. La palabra "eónico" del Nuevo Testamento, que se traduce como "eterno" puede significar en griego igualmente un ciclo indeterminado de tiempo (el aevum latino). La traducción correcta es "perpetuo" y no "eterno". Aunque sorprenda a algunos, lo cierto es que hay pasajes de las Escrituras hindúes y algún Diálogo de Platón que, tomados al pie de la letra, parecen postular un infierno sin fin. En resumen, puede decirse que para el moribundo se presenta en primer lugar, la Luz deslumbrante de la Realidad Primordial, tanto de sí mismo como de todo ser. Si no la reconoce, como es lo habitual, pasará, en unos casos, a recorrer la "Senda de los dioses" o "vía luminosa". En dicha senda, hablando en términos cristianos, se produce primero la resurrección primera o "salvación" en el Paraíso Terrenal. A continuación, puede darse o no la "Ascensión" a lo largo del novenario de coros angélicos, lo cual se simboliza por los nueve días que transcurren entre las fiestas litúrgicas de Ascensión y Pentecostés. Dicha ascensión puede tener lugar o en las prolongaciones sutiles del estado humano o sólo al Fin del Mundo con el "arrebatamiento" y la "trans-formación" que pueden darse en ese momento. El ser que no sigue el dêva-yâna ha de recorrer el pitri-yâna o "Senda de los antepasados", que es denominado "camino sombrío" en la tradición hindú y que puede proporcionar un estado pasajero de gran felicidad en la modalidad sutil de nuestro mundo, pero que llevará indefectiblemente a caer en la transmigración hacía otro mundo. Por fin, los humanos más particularmente malvados mantienen la individualidad sutil humana en el "castigo" de un estado infernal, siendo excretados al llegar el Fin del Mundo hacia un renacimiento en otro mundo como seres efímeros y detestables.
NOTAS:
(1). AI final de un despliegue completo de la cadena de los mundos (Año de Brahmâ) se produce el mahâpralaya ya o "gran disoIución", el cual no debe confundirse con el pralaya o "disolución" que sobreviene al fin de cada mundo o Día de Brahmâ, aunque el segundo refleja al primero en cierto modo.
(2). Orígenes, Contra Celso, V, 23.
(3). A este respecto puede consultarse, con reservas, la obra de Henry Corbin, Corps spirituelle et Terre Celeste (trad. cast.: Cuerpo espiritual y Tierra celeste, Siruela, Madrid, 1996).
(4). René Guénon, "El Hombre Universal", cap. II de El Simbolismo de la Cruz (cit.).
(5). Cf. Jean Varenne, Zoroastro, Edaf, Madrid, 1989. 
 
 

sábado, 30 de junio de 2012

Muerte, Esoterismo y Reencarnación - Capítulo VII: LA ESPIRAL Y LA RUEDA

La representación de la realidad que nos proporciona el símbolo del rosario o collar, siendo adecuada, es inevitablemente insuficiente en algunos aspectos y conviene acudir a otros símbolos diferentes para una mejor comprensión. Hasta el momento, nos habíamos limitado a considerar el grado del Ser puro, y sin embargo esta perspectiva, que es la de las religiones monoteístas, siendo legítima, no es la más elevada posible, y la Sabiduría Perenne emplaza primero y por encima al No-Ser, Brahman, la "Deidad" de la que hablaba el Maestro Eckhart. El Principio Supremo sólo puede ser el Infinito, lo que no tiene límite alguno, pues cualquier característica definida sería ya una limitación. De esa infinitud o infinidad se desprende que el Infinito es también la Posibilidad Universal; ya que toda posibilidad ha de estar necesariamente contenida en el Infinito. Si el Ser es el principio de la manifestación, el origen de toda la existencia, es preciso que permanezca él mismo no manifestado, pero el Ser es ya una afirmación, una determinación, y para que haya tal afirmación se requiere previamente un Silencio, un No-Ser; asimismo, si el Ser es el Uno metafísico, el No-Ser equivaldrá al Cero metafísico. De todo ello se deduce que el Principio Supremo, el Infinito o Brahman, abarca tanto al Cero metafísico como al grado del Ser puro. Tal diferenciación en Dios entre el Ser y el No-Ser viene a corresponder a la que se hace en la teología de la Iglesia Ortodoxa cuando se presenta la "distinción-identidad" de la Esencia y las Energías divinas, siendo increadas tanto la una como las otras (1).El conjunto del Ser y del No-Ser podría representarse gráficamente por medio de dos círculos concéntricos (V. Fig. 1), de los cuales el más interior simbolizaría el Silencio, el Cero, y el más exterior representaría el Ser, el Pleroma que reúne todos los atributos o cualidades divinas, la totalidad de las posibilidades de manifestación pero en estado inmutable e increado.

Si ahora pasamos de la Esencia a la Existencia, del Ser a su manifestación, podemos representar al Pleroma del Ser como un círculo del cual surgen diversos rayos-radios que son la expresión en modo manifestado de los atributos divinos o Nombres de Dios (figura 2). Apenas es necesario decir que la representación de la figura con cuatro, seis, ocho o doce radios es meramente simbólica, puesto que en el grado del Ser inmanifestado la cantidad no es aplicable en modo alguno, ni tampoco en la manifestación supraformal.

Con los radios-rayos, estamos ya en el plano angélico, el de la manifestación informal. Dado que todo lo manifestado es una combinación de acto y de potencia (según el lenguaje escolástico), podríamos decir que en cada ángel está en acto un determinado atributo o cualidad divina, mientras que los restantes atributos quedan en potencia en dicho ángel. Cada uno de los rayos quiere señalar aquel atributo-ángel que enfocamos en acto en una manifestación determinada o grado de existencia. Añadiendo ahora una circunferencia exterior a cada rayo, se representa ya el conjunto indefinido de los grados de existencia, para cada uno de los cuales hay un atributo divino que es más específicamente su "ángel" (figura 3).En este caso, el pequeño círculo exterior simboliza un mundo de entre todo el conjunto, el cual estará en acto, mientras que los restantes círculos exteriores representarían todos los indefinidos grados de manifestación o "mundos". Para los seres individuales del mundo que enfocamos, los restantes mundos permanecen en potencia, como también los rayos -simbolizantes de la manifestación angélica o inteligible- a la espera de una posible "actualización", un pasar de la. potencia al acto.

Si un ser particular se encuentra en acto en el mundo representado por uno de los círculos exteriores y consigue despertar del sueño. (tendrá una ocasión especial en el momento de la muerte), y remontarse a través del rayo angélico o arquetípico hasta su origen, ello significará que ha logrado retornar a su Centro increado, al Principio en donde se contienen las perfecciones de todos los seres en acto puro. En consecuencia, una vez conseguido dicho regreso, no necesitará realizar en modo manifestado las posibilidades de manifestación representadas por los demás círculos exteriores y por los radios, ya que todas ellas son en la permanente actualidad del Ser increado. Otra opción que cabe es la de identificarse con el plano inteligible de los ángeles o dêvas emanados del Pleroma del Ser, en cuyo caso no se queda liberado de la manifestación universal, pero sí de caer en otra existencia individual; el ser es o existe como "dios por el karma" (karmandêva).Si el ser que estamos encarando no logra el suficiente grado de conocimiento efectivo, será arrastrado por su residuo de karma y renacerá en una existencia individual en otro de los círculos exteriores de la figura descrita, en la que -hablando simbólicamente- puede manifestarse como hombre, gusano, cizaña, tigre de bengala, etc. Como ya se ha dicho, el conocer acerca de las condiciones que son propias de otros "mundos" nos resulta inalcanzable en tanto que humanos, pero podemos hacernos una idea de ellas por comparación o analogía con lo que vemos en nuestro mundo. Por otra parte, es importante hacer notar que entre los atributos o cualidades expresados por los Nombres divinos (y en la representación gráfica, por los radios-rayos) hay una jerarquía según la mayor o menor "cercanía" al Principio Supremo, a la Esencia Divina. Hay en el Ser Universal, en su permanente actualidad, una jerarquía de "más" a "menos" que, en tanto que se manifiesta, lo hace como reflejada en un espejo, el de la Substancia Universal. Dicha reflexión proporciona una imagen especular (que es el despliegue de la manifestación universal) en la cual aparecen "antes" los mundos correspondientes a los atributos divinos más alejados de la Esencia Divina, y aparecen "después" las cualidades más cercanas a Ésta. Tal jerarquía entre los atributos de Dios no se representa bien con los símbolos del rosario o de la rueda y puede expresarse por medio de un eje central inmóvil y una serie de arandelas en él insertadas, en donde los aros inferiores simbolizarían los estados de menor jerarquía o esencialidad. Pasando de un grado a otro se va ascendiendo -dentro de la relatividad inherente a todo lo que es manifestado-. El recorrido forma en realidad una espiral, y la espiral es un sugerente y recurrente símbolo de la manifestación universal, como lo es la cruz. En una simbólica cruz, el trazo horizontal expresaría la expansión dentro de cierto grado de existencia de entre todo el conjunto de la cadena de los mundos (por ejemplo, el grado al que pertenece el estado humano); el tramo vertical inferior representaría los grados inferiores, los "anteriores" al estado de existencia que incluye al ser humano en su centro ("anteriores" ontológicamente, pero de ninguna manera cronológicamente); por su parte, el tramo superior vertical simboliza los mundos superiores al correspondiente al estado humano. Los Titanes o No-Dioses (Asuras) son producidos antes que los Dioses (dêvas); en este caso, los Asuras simbolizan los grados "anteriores" a nuestro mundo, mientras que los Dêvas se refieren a los grados "posteriores". También en ellos se encuentra la explicación de la anomalía aparente de que los vegetales son creados, según la Biblia, antes que las estrellas. Es fácil ver a qué hacen referencia semejantes "plantas" y "astros". Sabiendo lo antedicho, se entenderán también adecuadamente ciertas frases como las del sufí persa Jalalu'I din Rumi: "Siendo mineral, morí y planta me hice; siendo planta fallecí y ascendí a animal; morí siendo animal y llegué a ser hombre; ¿por qué he de tener miedo? ¿cuándo he llegado a ser menos por la muerte? Ahora, siendo hombre, una vez más moriré, para volar con los ángeles benditos; pero aún siendo ángel, he de seguir adelante" (2).Estas son palabras que encantan a los creyentes en la reencarnación sucesiva en nuestro mismo mundo, los cuales creen asimismo en la hipótesis evolucionista, pero el poeta persa está aquí sirviéndose de los seres inferiores dé nuestro mundo para simbolizar los mundos "anteriores" al mundo que comprende el estado humano, y no está afirmando ni la reencarnación ni el evolucionismo. La encarnación en un mismo mundo más de una vez y en cualquier especie de que se trate no es posible, como ya se ha señalado (3). Rumi está aludiendo a los mundos por. los que transmigró "antes" de arribar a nuestro mundo, mundos cuyas condiciones nos resultan inalcanzables de aprehender en tanto que seres humanos y por lo tanto se sirve de símbolos terrestres para representarlos. Por lo que hace al evolucionismo, se trata de una simple hipótesis indemostrada e indemostrable (4). Así como hay una jerarquía entre los múltiples estados del Ser, hay análogamente una indefinida variedad y gradación de seres en lo que es solamente la modalidad corpórea de nuestro mundo (tal y como pueden observar nuestros sentidos corporales) y de ahí el simbolismo que emplea Rumi y también algún otro autor. Sin embargo, así como a lo largo de un día de nuestra vida humana podemos entrar en .contacto con toda una diversidad de seres (humanos o no) cuyas vidas no podremos nunca recorrer nosotros, de forma semejante, a lo largo de un Día de Brahmâ (o ciclo de desenvolvimiento de un mundo) como lo es el desarrollo completo de nuestro mundo o kalpa, sólo cabe nacer una vez y en una especie viviente, realizando así la posibilidad particular que es o hay desde siempre en nuestra realidad increada. No cabe por tanto reencarnar ni como araña ni como fakir, ni domo extraterrestre del planeta X de Sirio, pues todo ello no son sino variantes posibles de la existencia corporal. Hay toda una serie indefinida de formas vivientes por las cuales un ser particular no podrá nunca pasar y que son justamente aquellas que ocupan todos los otros seres. Por muchas formas que pudieran recorrerse, quedaría siempre una serie innumerable por recorrer, y es que por el análisis es imposible llegar nunca a la síntesis. El evolucionismo es una hipótesis nunca demostrada, ya que jamás se ha visto a una especie transformarse en otra. Lo único comprobado es que en determinados lugares y momentos aparecen ciertas especies, desarrollan su ciclo correspondiente y, cumplido éste, desaparecen del plano corpóreo. Los "eslabones perdidos" no aparecen porque no han existido nunca. En realidad, la teoría evolucionista desempeña un papel fundamental como cobertura ideológica del sistema dominante (junto con la idea de progreso), y de ahí la feroz defensa que hacen de dicha teoría los cancerberos de éste. En el conjunto de los mundos de la existencia universal podría decirse, si se quiere, que hay "evolución", pues hay ascenso de un grado a otro, pero ha de tenerse en cuenta que, así como en nuestro mundo se da una indefinida variedad y jerarquía de seres, algo análogo ocurre en otros grados de existencia. Además, en nuestro mundo se ve que los seres de especies inferiores son mucho más numerosos ¿no ocurrirá algo semejante al transmigrar y nacer en un grado superior-posterior de existencia? De ahí la peligrosidad que representa para alguien que está muriendo el caer de nuevo en la transmigración, en la rueda de la existencia que pueden ser superiores o inferiores, pero ello con relación al centro representado por el ser humano, el cual es como la síntesis de todos los elementos y reinos de la naturaleza (sutil y corpórea). Dicha situación central es la que permite expresiones como la del "Hombre Universal" del esoterismo islámico, referida a conseguir la realización efectiva de todos los múltiples estados del Ser. No se trata aquí de antropomorfismo, sino de señalar la analogía de constitución que hay entre la manifestación universal (macrocosmos) y su modalidad humana individual (microcosmos). El "Hombre Universal" viene a coincidir con el Adam Kadmon de la Kábala, con el Logos del Cristianismo y con el Rey (Wang) del Taoísmo (5) y la realización efectiva de los estados múltiples del Ser es simbolizada por el símbolo de la cruz en la mayor parte de las tradiciones sagradas. Así pues, podemos ver en el rosario cristiano la reunión de dos símbolos fundamentales y más o menos complementarios, de los que uno expresa sobre todo los diferentes mundos creados, sostenidos y transformados por el Logos divino, y el otro es el símbolo que mejor expresa la jerarquía de estados del Ser (o de atributos divinos) y la realización efectiva de todos ellos.

NOTAS:

(1). Cf. Paul Evdokímov, El conocimiento de Dios en la tradición oriental (cristiano ortodoxa), Madrid, Ed. Paulinas, 1969.

(2). Otra expresión de la teoría de los estados múltiples del ser aparece claramente en el Kat Godeu o "Combate de los arbustos" galés: "He existido bajo numerosas formas / antes de ser libre; / soy un escribano de capuchón gris;/ creo en la forma,/ he vivido errante por los aires, /he observado las estrellas, I he sido palabra entre las letras, I he sido en el origen libro, / he sido lámpara brillante. /Durante año y medio, he sido puente tendido, /sobre sesenta estuarios. /He sido ruta, he sido águila, / he sido coral en el mar / He sido la espuma de la cerveza". Como afirma Françoise Le Roux en La religión, de los Celtas (Las religiones antiguas, vol. III, Historia de las religiones, Madrid-México, 1977), y dejando de lado toda la carga simbólica contenida en el texto para ceñirnos exclusivamente a lo que ahora estamos tratando, el poeta no quiere decir con esto que haya pasado sucesivamente por todos estos estadios, sino que más bien ha sido simultáneamente todo ello.

(3). Para la demostración de la imposibilidad metafísica de la reencarnación en el mismo mundo, Cf. René Guénon, "La reincarnation", en L'Erreur spirite, Editions Traditionnelles, París, (trad. cast. en la revista "Axis Mundi", números 8 y 9, Arenas de San Pedro, Avila, 1996) y El Simbolismo de la Cruz (especialmente cap. XV), Obelisco, Barcelona, 1987.

(4). Cf. Titus Burckhardt, "El origen de las especies", en Ciencia moderna y Sabiduría Tradicional, Taurus, Madrid, 1979.

(5). Cf. René Guénon, "El Hombre Universal", en El Simbolismo de la Cruz, Obelisco, Barcelona, 1987

domingo, 10 de junio de 2012

Muerte, Esoterismo y Reencarnación - Capítulo VI: TRANSMIGRACIÓN Y REENCARNACIÓN


Hemos descartado ya lo que parecen pruebas de que hay varias reencarnaciones en la Tierra, como casos que son en realidad de sueños premonitorios, estados alterados o alternativos de conciencia, memoria genético-ancestral y metempsicosis en el verdadero sentido de la palabra, y nos queda la cuestión de los textos de diferentes tradiciones espirituales que aluden a existencias sucesivas. Para la Sabiduría Perenne expresada en el esoterismo tradicional, la realidad de que hay diversos ciclos de existencia es algo indiscutible, pero una cosa es la trivial interpretación que se hace habitualmente de ello y otra es comprender adecuadamente en qué consiste verdaderamente el "renacimiento". Si recordamos el capítulo sobre el Ser y el Huevo Cósmico, ha de tenerse en cuenta que allí se hacia referencia solamente a un estado de existencia de todo el conjunto de la manifestación universal. El estado en el que se desenvuelve el ser humano, ya sea en la modalidad psíquica o sutil, ya sea en la modalidad corporal, no es más que una "porción" infinitesimal del conjunto del Universo (y aquí entendemos por "Universo" la totalidad de la manifestación universal). El ser no se manifiesta sólo en dicho estado, sino en una multiplicidad de grados de existencia o "mundos" (1).El rosario es un instrumento de oración o de invocación común a las grandes tradiciones y, al mismo tiempo; un símbolo pertinente de la manifestación universal. El rosario musulmán está formado por noventa y nueve cuentas que representan a los noventa y nueve nombres de Dios (2); se dice además que falta una cuenta para completar el centenar y que dicho grano sólo puede encontrarse en el Paraíso. Aquí, las cuentas del rosario simbolizan cada una un atributo divino, y cada atributo divino está representado en el orden de la manifestación informal por un ángel, mediador celeste entre Allâh y aquel de entre los mundos con el cual dicho ángel está vinculado más especialmente por ser su "espíritu". Lo preferible sería, en este caso, que el hilo fuera invisible en la representación, puesto que simboliza al Ser puro inmanifestado en el cual se reabsorben finalmente todos los "granos". Para los seres humanos, los ángeles-atributos divinos son el aspecto más accesible del Principio Supremo. Puede decirse que, desde el punto de vista del Principio, cada ángel es en Dios, mientras que visto desde la manifestación, Dios es en cada ángel. En la tradición hindú, el hilo del rosario es denominado "hilo de Atman" (sûtrâtman), que origina, sostiene y pone fin a todos los mundos (3); acabamos de señalar así las tres funciones que el Hinduismo atribuye a la trimûrti, triple manifestación de Atman (4) como Brahmâ (productor o "creador"), Shiva (destructor o, mejor dicho, transformador) y Vishnú (sostenedor o conservador). Aquí, por lo tanto, el sûtrâtman simboliza a lshwara, el Ser puro, no en sí sino en su triple manifestación como creador, sostenedor y transformador de cada mundo, lo que equivale a Buddhi, el Intelecto Universal más allá de las formas individuales (Cf. Cap. III). La diferencia entre las dos tradiciones sólo es de perspectiva, puesto que para los seres individuales de cada mundo la comunicación con Dios sólo es posible a través de los grados angélicos. En definitiva, el hilo, el sûtrâtman, simboliza ora al Ser puro inmanifestado, ora a Buddhi, el rayo de manifestación informal que expresa y simboliza a Dios en cada mundo. Ocurre lo mismo que con la palabra "espíritu", la cual puede referirse sea al Ser increado, sea a su manifestación supraformal (5). y, precisamente, según los textos sagrados, del hilo de Atman se dice que simboliza al "espíritu" o hálito que origina y reabsorbe al mundo, en relación analógica con las fases de espiración e: inspiración. Un ser que nace en uno de los mundos del rosario (o del collar, un símbolo semejante), como, por ejemplo, el nuestro, será una posibilidad particular dentro del conjunto de posibilidades que constituyen dicho mundo; ese ser desarrollará sus posibilidades intrínsecas dentro de los límites propios de nuestro grado de existencia, que hacen ser a éste lo que él es y distinto de los otros grados existenciales. Ahora bien, se ha de comprender que un ser no nace (o no suele nacer) en nuestro mundo como un espíritu desnudo de adherencias, y sobre ello aportan su enseñanza las tradiciones orientales acerca del karma; este vocablo significa en general "acción", y aplicado a la cuestión que tratamos se refiere a la idea de que toda acción es una causa que trae consigo un efecto más tarde o más temprano, sea favorable, sea desfavorable, de donde se desprende que la Liberación (6) efectiva de toda manifestación condicionada no es posible por la acción, sino sólo por el conocimiento efectivo). Hay que distinguir el samchita karma, que son las acciones acumuladas que están en reserva y darán sus frutos si se da la ocasión, el prarabdha karma, que es el que ha comenzado ya a dar sus frutos y deberá agotarse en la existencia presente, y el âgami karma, que es el que está iniciándose por las acciones en la existencia actual. Estas nociones están íntimamente relacionadas con los samskâras y los vâsanâs, que vienen a significar "predisposiciones anímicas" e "impregnaciones psíquicas latentes".Una vez agotados los frutos del prarabdha karma que han determinado las condiciones de su manifestación en nuestro mundo, un ser humano, si no consigue la Liberación absoluta ni tampoco logra "llegar al Cielo o al Paraíso". ni "cae en el infierno", será lanzado, por el residuo de karma acumulado, al torbellino de la transmigración, a la rueda del samsâra. Esta es la única "reencarnación" que puede concernir al núcleo esencial y trascendente de cada ser, es decir, la transmigración desde un mundo o grado de existencia hacia otro mundo. La creencia popular de que se puede vivir en la Tierra más de una vez no es sino una interpretación deficiente y propia del Kali-Yuga o Edad del Hierro (7) de la doctrina sobre la transmigración o bien de la que se refiere a la metempsicosis antes estudiada. Los partidarios de las sucesivas vidas terrestres alegan que en algunos textos se habla de volver a la Tierra", pero en tales casos la "Tierra" alude a un mundo cualquiera de manifestación individual, ya que nuestra Tierra es y se emplea como un símbolo de todos ellos. Del mismo modo, los "Cielos" de la Biblia no son tampoco el espacio que pueda recorrer un jet o una nave espacial; el "festín" del Reino de los Cielos no es de alimentos corporales; la "Tierra Pura" de la que habla Platón no es "terrestre", y el Dharma Kaya del Budismo -literalmente, "Cuerpo de Verdad"- no es, ciertamente, un "cuerpo", pues los mismos budistas aclaran que se trata de un estado completamente por encima de todas las formas. En las descripciones simbólicas de los estados de ultratumba según las diferentes tradiciones se puede apreciar que ni las religiones del tronco de Abraham ni el Mazdeísmo mencionan, por lo general, las existencias sucesivas -al menos, en los correspondientes exoterismos-, mientras que si lo hacen el Hinduismo y el Budismo. La razón de ello es que las tradiciones del primer grupo se centran preferente (o exclusivamente) en aquello que concierne al ser que al nacer en nuestro mundo ha devenido un individuo humano. Sólo abarcan -en su vertiente exotérica- lo que atañe a nuestro mundo, desinteresándose de la totalidad de la manifestación universal. Por su parte, las tradiciones hindú y budista no tienen un exoterismo constituido como tal y, por consiguiente, sí que integran en su perspectiva la rueda de los renacimientos. Lo que se da en sus caso es un exoterismo de hecho según el grado de entendimiento que consiga cada individuo de la tradición que ha recibido y, según parece, lo que prima hoy es una interpretación cada vez más pedestre y literal. Lo que no suele destacarse, siendo fundamental, es que la doctrina de las diversas existencias está indisolublemente ligada a la de los ciclos cósmicos. Hinduismo y Budismo enseñan la existencia de "vidas sucesivas" porque también enseñan la realidad de los diversos ciclos cósmicos, y viceversa. Cada nueva posible existencia se cumple en realidad en cada ciclo, es decir, en cada uno de los mundos de la cadena simbolizada por el collar. Ya que hemos aludido a la doctrina de los ciclos cósmicos es imprescindible detenerse en algunas consideraciones al respecto. Según la tradición hindú, cada Manvantara o ciclo de una humanidad "dura" 4.320.000 años divididos en cuatro períodos (yugas) desiguales. Catorce de esos Manvantaras forman un Kalpa o "Día de Brahmâ" de 60.480.000 años de "duración". El "Año de Brahmâ" es de 360 Días de Brahmâ y se dice que equivale a 21.772.800.000 años terrestres (380 x 60.480.000). Por último, la "Vida de Brahmâ" transcurre durante 100 Años de Brahmâ. Todas estas cifras no son válidas literalmente, como por lo demás ocurre también con los números bíblicos y con los de otras tradiciones. Asimismo, hay que comprender que lo que permanece a escala humana es el kalpa con sus 14 manvantaras, puesto que un kalpa o Día de Brahmâ es lo que designa el proceso total de desenvolvimiento y manifestación de un mundo. Cuando se habla del Año de Brahmâ de 360 "días" se está haciendo referencia a la cadena de los mundos, al simbólico rosario o collar que representa al conjunto de la manifestación universal. Por supuesto, en este nivel la designación temporal ya es puramente simbólica, puesto que el tiempo es solamente una de las condiciones propias de nuestro grado de existencia, y no es una condición trasladable a otros "mundos". Hay una relación ontológica de sucesión entre un Día de Brahmâ y el siguiente, pero de ninguna manera se trata de una relación cronológica (8). "Universos pasados, presentes y futuros flotan sobre el océano de Vishnú ¿quién podría contarlos?", puede leerse en el Brahmaivarta Purana. En cuanto a la Vida de Brahmâ, lo que pretende designar es cada uno de los indefinidos (aunque no infinitos) recorridos de la cadena de los mundos. Por ello, el simbólico collar debería representarse formando un círculo para sugerir la realidad del ciclo de ciclos, pero sin que el círculo parezca cerrarse, puesto que cada recorrido de la cadena de los mundos corresponde a un nivel diferente y no es un mera repetición del anterior (9). Ciñéndonos a la manifestación de nuestro mundo o Kalpa, se dice que consta de catorce manvantaras y que nos encontramos al final del séptimo. El fin del Manvantara actual corresponde al llamado "fin del mundo" en el que se centran la Biblia y el Corán, el cual es más bien el "fin de un mundo" y sería más pertinente denominarlo "fin de los tiempos". Acerca de los acontecimientos que atañen a dicho fin de los tiempos hay notables semejanzas entre el Apocalipsis y los Purânas hindúes, demostrándose una vez más que no hay oposición esencial entre las diferentes tradiciones sagradas para quién se moleste en buscar (10). El final de todo nuestro kalpa (o de todo kalpa en general) es denominado pralaya o "disolución" y lo que se disuelve son los límites particulares que determinan a este mundo como una entidad (aparentemente) separada; el pralaya es propiamente el "fin del mundo" y viene a coincidir con el "Juicio Final" y la "resurrección de los muertos" de las religiones abrahámica (y también del Mazdeísmo o Zoroastrismo). Llegado el pralaya , todos los seres individuales regresan a Brahmâ, su origen. Del mismo modo, llegado el final del "Reino Milenario de Cristo", según enseñaban muchos Padres de la Iglesia antigua, todo retornará a Dios Padre y Dios será "Todo en todos". Esto último parecerá muy extraño a algunos, pero la diferenciación entre, por un lado, un reinado de Jesucristo en una Tierra nueva tras el fin de. los tiempos y, por otro, la "vida" celestial tras la resurrección de los muertos y el Juicio Final era compartida por muchos santos y padres de la Iglesia durante los cuatro primeros siglos. Está distinción, denominada habitualmente "milenarismo", pasó a segundo plano tras la refutación de San Jerónimo, el cual la rechazó con su habitual violencia, aunque no se atrevió a condenarla porque "gran multitud de doctores cristianos seguía el partido de los milenarios",. y "muchos varones eclesiásticos y mártires también lo defendieron" (11). La razón de que la Iglesia en general rechazara el milenarismo era la interpretación completamente literal que hacían muchos de las condiciones de la Tierra nueva tras el fin de los tiempos. Creían que los símbolos de abundancia material habían de ser tomados al pie de la letra, algo parecido a lo que hoy hacen ciertos "maestros" hindúes y budistas interpretando la transmigración como reencarnación en la Tierra. Corruptio optimi pessima. Como reflejo analógico del despliegue de la manifestación universal, de la cadena de los mundos, podemos apreciar en nuestro mundo la realidad del desarrollo del año. Un ser humano recorre a su modo un día de Brahmâ y una noche de Brahmâ; durante la noche, abandona la forma corporal retirándose a la forma sutil y al sueño con ensueños o, a veces, al "sueño profundo" de manifestación informal. Acabada la noche, empieza otro particular día de Brahmâ y así sucesivamente. Una vez recorrido un ciclo o círculo completo de días y noches, acaba su especial año de Brahmâ y comienza otro año (del latín annus o anillo). Varios años de Brahmâ serán recorridos hasta constituir una particular vida de Brahmâ, que arribará a su final con la muerte. En toda esta trayectoria es fácil observar el encadenamiento causal entre todos los ciclos de tiempo; un "día" se recorrió ya y es imposible transitarlo de nuevo, el año pasado ya lo vivimos, no es posible retornar a él; un año de estos moriremos, de día o de noche, y habrá terminado nuestra particular vida de Brahmâ; si no despertamos en ese momento o no conseguimos al menos, la "salvación" a la espera del fin del mundo, puede comenzar otra existencia, la cual será determinada por el karma acumulado en ésta y en "vidas anteriores" y que será distinta de la precedente, pues nunca se repiten las vidas de Brahmâ. En cierto modo, la irreversibilidad del tiempo es un símbolo en nuestro mundo de la imposibilidad, en la cadena de los mundos, de retornar al mismo grado o día de Brahmâ, es decir, es un símbolo de la imposibilidad de reencarnar. Una de las diferencias evidentes entre nuestro trayecto en este mundo y el recorrido de toda la Estas son las "vidas anteriores" (jatakas) a las que hacen referencia diversos textos sagrados, las "vividas" en otros grados de manifestación (lo de "anteriores" es un manera de hablar, puesto que sólo en nuestro mundo, conviene repetirlo, estamos condicionados por el tiempo).Puede añadirse, para terminar, que al venir a nuestro mundo con las predisposiciones e impregnaciones de existencias en otros grados, que constituyen como una especie de envoltura del rayo espiritual al desnudo, del ser angélico, lo que se atrae del medio psíquico y corpóreo, o bien lo que atrae el medio sutil y corporal a las predisposiciones del ser, será aquello más afín con tales características innatas; en consecuencia, los caracteres psico-fisiológicos del individuo representan en cierto modo a las existencias "anteriores".
NOTAS:
(1). Para una exposición magistral de esta noción, esencial en el esoterismo tradicional, véase René Guénon, Los Estados Múltiples del Ser, Obelisco, Barcelona, 1987.
(2). Cf. René Guénon, "La cadena de los mundos", en Símbolos de la Ciencia Sagrada, Buenos Aires, Eudeba, Buenos Aires, 1976 y Paidós, Barcelona, 1995.
(3). Idem.
(4). Atman es el Principio tanto del macrocosmos como del microcosmos (el hombre), aunque suele asociarse más bien con el Principio en el hombre.
(5). Cf. René Guénon, "Espíritu e Intelecto" y "Las Ideas Eternas", en Mélanges, Gallimard, París, 1976.
(6). Aquí entendemos por "Liberación" la. consecución por un ser del Fin Supremo. Es denominada así porque el ser se libra o libera de cualquier límite condicionante.
(7). El KaIi Yuga o Edad del Hierro es la última y más decadente de las cuatro edades que forman nuestro actual Manvantara y está tocando ya a su fin. Cf. René Guénon, La crisis del mundo moderno, Obelisco, Barcelona, 1988, y Gaston Georgel, Les Quatre Ages de l'Humanité, Arché, Milán, 1976.
(8). Cf. René Guénon, Formas tradicionales y ciclos cósmicos, Obelisco, Barcelona, 1984.
(9). Cf. René Guénon, "La cadena de los mundos", en Símbolos de la Ciencia Sagrada, ob.cit.
(10). Cf. René Guénon, Formas tradicionales y ciclos cósmicos, ob.cit.
(11). Pref. in libr. 18, super lsaiam.